Si quieres entender mejor cómo funcionan tus herramientas de pago, seguro te has preguntado: ¿qué diferencia hay entre una tarjeta de crédito, una de débito y una línea de crédito?
Aunque todas te permiten hacer pagos o acceder a dinero, cada una tiene un propósito diferente y puede beneficiar tus finanzas de manera distinta. Así que, si quieres tomar decisiones más inteligentes sobre tu dinero, esto te interesa.
Tarjeta de débito: simplicidad y control
La tarjeta de débito es la opción más sencilla y segura para administrar el dinero. Funciona con los fondos disponibles en tu cuenta bancaria, lo que te evita gastar de más.
Lo bueno:
Lo malo:
Tarjeta de crédito: conveniencia y recompensas
Las tarjetas de crédito permiten hacer compras con dinero prestado por el banco o la financiera. Si el pago no se realiza en su totalidad cada mes, se generan intereses, a esto se le llama crédito revolvente
Lo bueno:
Lo malo:
Línea de crédito: flexibilidad y ahorro
Si necesitas más dinero del que te permite una tarjeta de crédito y quieres mejores condiciones para pagarlo, una línea de crédito puede ser la mejor opción. En lugar de depender de una tarjeta con límites ajustados, tasas altas y anualidades, con una línea de crédito tienes acceso a un monto aprobado que puedes usar cuando lo necesites, pagarlo y volver a usar.
Lo bueno:
Lo aún mejor al solicitarla con MultiMoney:
Esto significa que puedes unificar pagos, cubrir imprevistos o hacer esa inversión que vienes posponiendo, con mejores condiciones que una tarjeta de crédito tradicional.
Recuerda que con una línea de crédito MultiMoney, puedes financiar tus planes con total tranquilidad y alcanzar todas tus metas con las mejores condiciones.