Cuando escuchamos la palabra deuda, muchas veces la asociamos con algo negativo. Sin embargo, no todas las deudas son iguales. Existen deudas que pueden ayudarte a crecer financieramente y otras que pueden poner en riesgo tu estabilidad económica. La clave está en saber diferenciarlas.
¿Qué es una deuda por un crédito bien usado?
Es aquella que te ayuda a mejorar tu situación financiera a futuro. Se considera una inversión porque te permite crecer o generar ingresos.
Ejemplos:
Si te aporta valor a largo plazo, puede considerarse una deuda positiva.
¿Qué es una deuda por un crédito mal gestionado?
Es la que se utiliza para consumir cosas que solo satisfacen deseos momentáneos o a corto plazo. Casi siempre viene con tasas de interés altas y pagos que se vuelven difíciles de manejar.
Ejemplos:
Si no te deja beneficios duraderos y te genera más preocupaciones, es una deuda que te va a salir cara.
¿Cómo tomar mejores decisiones al utilizar un crédito?
La clave está en hacerlo con propósito y estrategia. Una deuda bien manejada puede ser una herramienta poderosa para alcanzar tus metas, mientras que una deuda descontrolada puede convertirse en una carga difícil de superar.
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